viernes, 15 de marzo de 2013

Hormigas

Siempre fui un niño tranquilo. Muy observador, y cuando observaba me preguntaba el por que de todo lo que me rodeaba ¿por que es tan resistente una tela de araña? y así  cogía un palo y la estiraba hasta romperla. A veces encontraba telas de araña grandes, hermosamente tejidas, y la araña en una esquina ¿puede resistir la tela si una mosca la atraviesa volando a toda velocidad? entonces hice mi primer experimento. Atrape una mosca, le arranque las alas y la lance hacia la tela de araña. El resultado fue sobrecogedor. La mosca, aun viva, se quedo pegada a la tela, y por mucho que intentaba revolverse mientras pataleaba con todas sus fuerzas no podía moverse, estaba completamente pegada, y todo ocurrió en cuestión de segundos, o incluso menos. La araña, al sentir las vibraciones en la tela, salio disparada hacia la mosca, y rápidamente la envolvió en su tela, y la dejo allí colgando para después regresar a su rincón y seguir esperando.

Con mi soberana tranquilidad me asombre lo suficiente como para volverlo a hacer, pero esta vez con una hormiga. Puede parecer difícil atrapar una hormiga sin aplastarla con los dedos, pero yo era un niño, y mis dedos no eran muy grandes. Ademas, aunque aplastes la hormiga un poco, esta sigue viva... que cosas... Comencé de nuevo el experimento, y ocurrió exactamente lo mismo. La hormiga pegada sin poder hacer nada, y la araña saliendo flechada a por ella para envolverla en la tela en cuestión de segundos para después volver tranquilamente a su rincón favorito.

Pues bien, todos esos experimentos me sirvieron para saber que ahora, yo soy la maldita hormiga ¡coño!


jueves, 14 de marzo de 2013





Cualquier momento 
de cualquier vida 
de cualquier persona
 de cualquier ciudad del mundo,
 es único.