domingo, 13 de febrero de 2011

Todo lo que fui es todo lo que soy...

Cuando era pequeño mi padre me decía, no te rindas, se tu mismo, la vida es demasiado corta para no ser quien eres, y tenia razón, pero cuando tenia 18 años mi padre enfermó, y 2 años mas tarde había muerto, y todo cambio... incluido yo... Ya no le encontraba sentido a nada. Mi padre era el eslabón de la cadena que me mantenía unido a la realidad, que mantenía unida mi cordura a todo lo demás, y cuando se marcho, ese eslabón desapareció, y ya nada me unía al resto del mundo.

A partir de entonces perdí mi identidad, bueno, no la perdí, pero a los ojos del mundo yo era otra persona. Mi identidad era mía, pero no la mostraba ¿para que? el mundo se había convertido en un lugar donde gobernaba el caos, y las buenas personas que lo habitaban me rehuían, yo hacia que me evitaran, que me vieran como ese elemento transgresor que nunca había deseado ser.
Durante un tiempo el mundo era mi patio de juego, yo era el matón del colegio que molestaba a los empollones y les robaba el bocadillo y cuando eso dejo de divertirme trapichee con drogas, y también las consumí. Fue una etapa en la que pase a ser el tipo mas popular del colegio. Todos querían ser mis amigos y eso me disgustaba, porque yo solo me estaba aprovechando de sus flaquezas... cuanto daño han hecho las drogas...

En toda esta maraña de recuerdos inconexos tengo muy vivos los momentos de cordura. Estos venían a rachas, y sin tiempo de duración determinada. Necesitaba salir a la superficie y tomar oxigeno de esa doble vida acomodada a mis apetencias, y así, cuando salia a la superficie, me quedaba flotando en medio de ese océano apacible, totalmente inmóvil y mirando al cielo claro, pensando que todo podía cambiar. Caminaba por encima del alambre a cientos de metros de altura y sin red, alternando piruetas peligrosas con actos de bondad para con los que me rodeaban. Mis compañeros de trabajo, la gente que me encontraba a diario, mis amigos y los amigos de mis amigos me apreciaban, aunque a mi siempre me resultaba extraño, nunca me había sentido parte de nada de eso, aunque realmente fuera parte de eso. Esos eran los únicos momentos en los que realmente era yo mismo...

Pero siempre lo fastidiaba... Recuerdo la primera noche que pase en el calabozo. Esa privación de libertad, de querer no poder. Una vez leí algo que lo describe muy bien y es como cuando un león salvaje es capturado y llevado a un zoo. Durante un tiempo puedes ver ese estado salvaje en sus ojos, pero día tras día ese reflejo se va desvaneciendo, hasta apagarse, morirse, pero sin estar muerto, detrás de esas rejas... Todos esos días perdidos... todas esas peleas que llenaron mi alma de cicatrices...

Entonces decidí marcharme... fue entonces cuando me encontré con la bondad de los extraños, yo, que desconfiaba de todo y de todos, y me enseñaron que el mundo, a pesar de todo puede ser un buen lugar para vivir, que todo lo que tuvimos, lo que tenemos, y lo que llegaremos a tener solo se basa en un compendio de malas elecciones. La gente toma decisiones estúpidas todos los días... Esos años han sido los mejores de mi vida. Nunca me he arrepentido de nada de lo que hice, porque todo lo vivido es lo que me ha convertido en el hombre que soy ahora, ni mejor ni peor, ni mas listo ni mas tonto que los demás, solo tengo mi propio punto de vista sobre la vida, sobre las personas, sobre todo lo que me queda por vivir.

Mi padre siempre me decía, se tu mismo, y cuando era pequeño lo encontraba raro ¿como voy a ser otra persona? Cuando tuvo el cáncer fue como si me quitaran el suelo bajo mis pies y desde entonces he estado huyendo, y no encontraba el camino de vuelta... Eso es lo que pensaba hasta que hace poco alguien me dijo que quizás no tenga que volver, que puede que deba quedarme donde estoy ahora...

¿Y porque cuento todo esto? Pues porque me importa un carajo lo que penséis. No son mis memorias, ni quiero reconciliarme conmigo mismo, ni tan siquiera es una fabula con moraleja. Escribo esto porque al fin estoy preparado para contarlo, y nada debe quedarse dentro si puede liberarte, si puede hacerte un poco mas libre... hoy por fin soy libre...